El síndrome de ovarios poliquísticos es un conjunto de síntomas derivado de una alteración hormonal, causada por diferentes motivos, afectando al funcionamiento de los ovarios. Es diferente en cada mujer dando diferentes cuadros de síntomas.
El 70% de las mujeres con SOP padecen desordenes metabólicos como la resistencia a la insulina.
¿Qué es la resistencia a la insulina?
Nuestro cuerpo quema glucosa para obtener energía, pero esta glucosa no llega a nuestras células por sí sola. Para llegar a las células que necesitan esta energía, la glucosa necesita una llave, y esa llave es la insulina. La insulina es secretada por el páncreas cuando nuestro nivel de azúcar en la sangre aumenta.
En algunas mujeres con SOP, este proceso metabólico no funciona bien y desarrollan resistencia a la insulina.
La resistencia a la insulina significa que las células no responden a la insulina en tu torrente sanguíneo, y cuando esto sucede, la glucosa permanece en ahí. La llave ya no funciona y las células no se abren. Al sentir que se necesitan llaves adicionales para abrir más células, el páncreas envía más insulina a tu sistema. Esto no es bueno porque no sólo tienes una alta cantidad de azúcar en la sangre en tu torrente sanguíneo, sino también una alta cantidad de insulina. Este exceso de insulina producirá un aumento de estrógenos.
Tratamiento:
El tratamiento dependerá de cada mujer ya que cada una presenta sus síntomas y causas. Pero puede mejorarse realizando cambios en el estilo de vida:
Alimentación: ayuda a la regulación de la resistencia a la insulina, así como a la inflamación, salud intestinal y exceso de grasa.
Eliminar ultraprocesados, azúcares refinados y harinas blancas
Ejercicio: aumenta la sensibilidad a la insulina, baja los andrógenos y favorece la pérdida de grasa. Idealmente combinación fuerza y cardio.
Gestión del estrés y buen descanso.
Suplementación
A. Alimentación
Mantenerse hidratado
Aumento de cantidad de frutas y verduras: Las frutas y verduras son fuentes de antioxidantes, vitaminas, minerales y fitoquímicos.
Reducción de los hidratos de carbono simples o de índice glucémico alto.
Dieta rica en fibra: ayuda a evitar niveles de glucosa en sangre altos.
Alimentos índice glucémico bajo:
Pan: variedades de grano entero (100% integrales), , centeno y masa fermentada
Cereales: salvado de avena.
Frutas y verduras
Legumbres
Arroz integral
Granos: quinua, cebada, cuscús y sémola.
Lácteos: leche, queso, yogur, leche de soja y leche de almendras
Alimentos sin influencia en el IG: carne, pescado, mariscos, frutos secos (almendras, anacardos, pistaches, nueces y nueces de macadamia), grasas saludables (aceite de oliva, aguacate).
B. Ejercicio:
Con la práctica de ejercicio físico regular, se consigue que los receptores insulínicos de los músculos se activen y capten el exceso de insulina en sangre, consiguiendo así unos niveles normales. Además de que disminuye los niveles de inflamación y ayuda a mejorar o controlar el estrés.
Lo ideal es una combinación de ejercicio aeróbico (caminar a buen ritmo, correr a ritmo moderado, bicicleta, natación, baile…) con ejercicios de fuerza.
C. Suplementos:
Como prioridad se debe intentar cumplir con los requerimientos a través de una dieta equilibrada y completa. Si aún así en la analítica se han encontrado carencias, se puede recurrir a los suplementos.
Omega 3: mejora sensibilidad a la insulina, antiinflamatorio, control hormonal…
Alimentos: pescado azul, semillas de lino y chía, nueces, langostinos, ostras…
Vitamina D: mejora la regularidad menstrual y aumenta la fertilidad.
Alimentos: lácteos fortificados (leche, yogur, etc.), los huevos, el hígado, el pez espada, el salmón, el atún y el aceite de hígado de bacalao.
Suplementos mejor aquella combinada con vit K.
Magnesio: ayuda a mejorar la sensibilidad a la insulina, a la ansiedad y a los síntomas del síndrome premenstrual y sueño.
Alimentos: semillas de calabaza, sésamo, almendras y avellanas, avena, espinacas…
Zinc: ayuda a mejorar la fertilidad, contrarrestar los efectos del exceso de testosterona y reducir la inflamación cuando se toma con magnesio.
Alimentos: Mariscos, especialmente ostras, carne: carne de res, bisonte, cordero y pavo, legumbres: frijoles negros, judías y semillas: calabaza y girasol
Con este post damos inicio a un bloque de publicaciones centradas en las mujeres y sus cambios hormonales, ya que la alimentación está estrechamente relacionada. Para dar comienzo vamos a hablar del ciclo menstrual.
El ciclo menstrual es el ciclo hormonal por el que pasa el cuerpo de una mujer cada mes para prepararse para el embarazo. Se cuenta desde el primer día de un período hasta el primer día del siguiente período, durando de promedio 28 días.
Lo que controla el ciclo menstrual, es el aumento y la caída de los niveles hormonales durante el mes.
Durante las diferentes etapas del ciclo es normal que surjan antojos, es decir, cambios en el apetito, deseo muy intenso y difícil de contener por cierto tipo de alimentos concretos (Sobre todo en antes y durante el periodo). Pero, ¿sabes porqué ocurre esto?
Los cambios hormonales afectan a los niveles de neurotransmisores, por lo que disminuye el nivel de serotonina y el cuerpo manda una señal de antojo para poder aumentar el nivel de esta.
Los cambios en el nivel de estrógenos y progesterona (hormonas), aumentan el deseo de carbohidratos y azúcar.
Durante la fase lútea (previa al periodo) aumentan las necesidades de energia.
Por lo que no te preocupes si aparecen estos antojos, probablemente dependan del momento del ciclo menstrual en el que te encuentres. Intenta buscar la opción más saludable pero no te castigues. ¡Disfrútalo!
Te dejo por aquí una receta saludable para esos momentos en los que tenemos antojo de dulce.
Es un vegetal muy versátil que nos permite crear miles de recetas para disfrutar de ella. ¿Conoces sus propiedades?
La berenjena es:
Digestiva
Ayuda a controlar los niveles de colesterol
Antioxidante
Buena para el sistema inmune
Diurética
Ayuda a controlar el azúcar
Protege el cerebro
Además de tener todas estas propiedades, es súuper saludable. Mira su composición nutricional.
La berenjena acepta cualquier tipo de cocinado y nos pega con mil alimentos. Seguro que ya conoces como sacarle partido, pero si no es así, a continuación te dejo a una idea riquísima de canelones que puedes ver en mi Instagram.
¿A qué tienen buena pinta? Te animo a que eches un vistazo a otras dos versiones que compartí hace un tiempo en el blog.
¿Qué tal la vuelta a la rutina? ¿Cómo van esos hábitos saludables?
Como os conté en el post de Puesta a punto después del verano, la organización es fundamental para seguir un estilo de vida saludable. Para ello, el primer paso, es elaborar la lista de la compra. A continuación, os dejo un ejemplo:
Una vez hecha la compra, es momento de poner orden a nuestra nevera y despensa.
1. Nevera
Puerta: Es la parte mas externa expuesta a los cambios de Tª. Por eso, es un buen sitio para alimentos no demasiado grandes, que no sufran con los cambios de Tª como bebidas como el gazpacho o salsas (mostaza, salsa de trufa, tabasco, tsatsiki). Aunque suele ser frecuente, debemos evitar colocar en la puerta la leche o bebida vegetal, huevos y claras de huevo.
Piso superior: Es la parte menos fría de la nevera, así que aguantaran mejor productos de conserva que ya han sido abiertos como legumbres, mejillones, atún, berberechos, sardinas en aceite, espárragos, pepinillos, pulpo, sardinas, etc.
Piso intermedio: Tiene una temperatura intermedia por lo que estará dedicado a:
Platos ya cocinados
Fiambres: pechuga de pavo, pechuga de pollo, lomo embuchado, jamón serrano, taquitos de jamón), salmón ahumado, bacalao ahumado, sardinas y anchoas.
Lácteos: yogur 0% (natural o con sabores), yogur bebido, gelatinas, kéfir, queso de untar light, fresco, feta y havarti light.
Piso inferior: En esta parte se almacenan la mayoría de:
Frutas.
Verduras y hortalizas (excepción de cebollas, ajos, tomates o cítricos).
Leche/bebida vegetal
Cajones: Es la zona más fría del frigorífico donde deben almacenarse productos crudos (carnes, pescados, salpicón de marisco, hamburguesa de tofu o seitán, rulo vegetal, tofu…) para evitar el contacto directo con otros alimentos y la contaminación alimentaria.
Congelador: Las bolsas que eliminan el aire que contienen en su interior permiten un mayor aprovechamiento del espacio.
No hay que olvidar que alimentos como yogures, quesos, salsas, platos cocinados, briks de leche y carnes deben estar cerrados para que no cojan o desprendan olores y también para evitar la contaminación cruzada.
2. Despensa
Tener un buen fondo de despensa nos va a ayudar a tener siempre lista una opción rescate, es decir, una comida o cena saludable para aquellos días en que no nos ha dado tiempo a hacer la compra y tenemos la nevera vacía.
Alimentos de desayuno: copos y salvado de avena, salvado de trigo (Weetabix), tostadas de espelta integral, Minigrill, pan thins, leche de vaca (semi o desnatada), leches vegetales (sin azúcares añadidos) y cacao puro.
Verduras (hidratos de carbono): judías verdes, alcachofas, acelgas o espinacas, setas, pimientos, espárragos blancos, caldo de verduras, tomate (entero, troceado o triturado), ajos, apio, cebolletas y pepinillos, chucrut, alcaparras, ensalada china, berenjenas de Almagro…
Proteínas: bonito del norte, filetes de caballa, salmón y merluza al natural, sardinas, caballa, filetes de melva, almejas, berberechos, mejillones, calamares, chipirones rellenos y soja texturizada.
Para organizar tu despensa, en primer lugar debes vaciarla totalmente y limpiarla. Seguidamente, hay que revisar los alimentos que tenemos y elegir su distribución basándonos en lo siguiente:
Organizar la despensa por grupos de alimentos.
Lo que más se use debe quedar a mano.
Lo que quieres que se coma menos, déjalo en la parte más alta o de difícil acceso.
Los alimentos más pesados como deben ir en la parte inferior para no sobrecargar los estantes como la leche/bebida vegetal, el aceite de oliva, el vinagre y las cebollas.
Los productos más altos colócalos detrás para que no tapen a otros.
Trasvasa la quinoa, las legumbres y los frutos secos a tarros homogéneos que tengan un cierre hermético para asegurar la conservación de las propiedades una vez se abra el paquete y para aprovechar mejor el espacio.
No te pierdas en mi instagram @bea_colorado los dos videos en los que te cuento con ejemplos, como poner orden a tu despensa y nevera.
¿Has oído hablar de está fácil forma de cocinar? ¿Conoces cuales son sus beneficios?
A continuación te contamos todo lo que necesitas para aprovechar al máximo esta técnica de cocina.
El papillote es una de las técnicas de cocina más sencillas, rápidas y saludables que podemos aplicar en nuestro día a día. Permite preparar platos muy variados llenos de sabor y sin ningún equipamiento especial.
El término en papillote proviene del idioma francés y significa, literalmente, “en paquete”. Ya que la técnica se basa en cocinar los alimentos envueltos herméticamente mediante el calor del vapor que se genera en su interior. El alimento se cuece en sus propios jugos, quedando protegido de la acción directa del calor, ya que se aplica en el exterior de los paquetes. Se puede usar prácticamente cualquier fuente de calor, si bien las más comunes son el horno, plancha o sarten, una vaporera o incluso el microondas.
Como los alimentos se cocinan en sus propios jugos, se conservan mejor los nutrientes, así como todos sus sabores y aromas, quedando jugosos y tiernos, pero conservando cierta textura.
La técnica es especialmente adecuada para preparar alimentos de cocción rápida y breve, como verduras y hortalizas, pescados y mariscos.
Aquí os enseño como utilizar esta técnica para cocinar dos clases de pescado, uno azul, el salmón y uno blanco, el bacalao.
El verano es una estación del año maravillosa. Pero suele venir acompañada de excesos, cambios de horario, pérdida de rutinas…Por lo que la llegada de septiembre es el momento ideal para cambiar nuestros hábitos. Aquí os dejamos ideas para ponerse a punto tras los excesos:
1. Organización:
Lo más importante es la vuelta al orden. Nuestro cuerpo es una máquina de ritmos y funciona mucho mejor con orden, con rutinas. Y, como es algo que vamos a hacer de manera casi automática es muy importante planificarlo bien, empezando por planificar las comidas de la semana, para hacer la lista de la compra y ordenar nuestra nevera y despensa de una manera eficiente.
La próxima semana os compartiremos por redes sociales un vídeo de como hacerlo. ¡No te lo pierdas!
2. Buena hidratación:
El 77% de los españoles bebe menos líquido diario del recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Si eres de aquellas personas a las que les cuesta beber el agua diaria recomendada, la vuelta al trabajo o a clase es una buena oportunidad para mejorar este hábito tan importante.
Por ejemplo, puedes añadir tés bien fríos o calientes para aumentar la ingesta de agua diaria. También, puedes tener una jarra o una botella de agua a mano para que te sirva como recordatorio y te anime a beber más. Así como poner una alarma en el móvil como recordatorio. Existen variedad de apps gratuitas que pueden ayudarte a conseguirlo.
También podemos incluir un vaso de agua con medio limón exprimido en nuestro desayuno, nos aporta vitamina C y nos ayuda a elevar los niveles de citrato en la orina, lo cual reduce la formación de cálculos en el sistema urinario. El limón es un súper alimento y es el mayor alcalinizante que existe. El agua con limón te ayudará a limpiar todos los sistemas digestivos como hígado, riñón e intestino.
El agua no tiene que ser únicamente bebida, podemos aumentar nuestro consumo a través de sopas y gazpachos. Os dejo el link a unas diferentes y saludables recetas de gazpachos. https://www.beatrizcolorado.com/especial-gazpachos/
3. Cuida tu alimentación:
Pásate a un tipo de cocina saludable: la alimentación saludable no tiene que ser monótona. Aquí os dejo ideas de como podéis cocinar vuestros platos, y que queden riquísimos:
Al vapor:
Pon a hervir una olla con agua y coloca una canasta de vapor o un escurridor sobre la olla con la comida que te gustaría cocinar y tápala. Cocina al vapor durante la cantidad de minutos recomendada, o hasta que las verduras se ablanden.
Salteado Wok:
Calienta un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén. Y luego, agrega la comida que te gustaría saltear a la sartén empezando por la proteína, después las verduras con menor conteniendo en agua a mayor, de esta manera evitaremos que los alimentos se nos hiervan en el agua de otros alimentos y dejamos que se tueste hasta que se ablande, revolviendo cada 30-60 segundos. Sazona con tu elección de especias y hierbas.
Asado:
En un bol, combine los alimentos que desea asar con una cucharada de aceite de oliva virgen extra y su elección de especias y hierbas. Revuelva hasta que los ingredientes estén bien combinados y estén cubiertos con aceite y especias. Cubra una bandeja para hornear con papel vegetal y engrase ligeramente. Luego, espárzalos uniformemente en la bandeja y déjelas en el horno el tiempo necesario.
Pochar:
Acerca una sartén al fuego con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, lo justo para cubrir el fondo. Cuando tenga temperatura, incorpora las verduras y baja el fuego para que se vayan haciendo poco a poco. Deja que se vayan cocinando así, a fuego suave, removiendo de vez en cuando.
Escaldar:
Llena una olla grande con agua, agrega una cucharada de sal marina y déjalo hervir. Agrega las verduras a la olla y deja que se cocinen durante unos minutos o hasta que los colores brillen. Luego, inmediatamente retire las verduras de la olla y póngalas bajo agua helada.
Grill:
Prepara los ingredientes en una bandeja de rejillas y colóquela en el horno a una distancia de entre 12 y 20 centímetros del calor. El grill ayuda a eliminar el exceso de grasa de la carne y le da a las verduras y frutas un sabor ligeramente ahumado.
Rehogar:
Usaremos una sartén o una cazuela que hayamos calentado previamente con poco aceite y una vez los introduzcamos los cocinaremos a alta temperatura -sin pasarnos de 100ºC- y los removeremos de forma constante para que el calor sea uniforme y todos los ingredientes se hagan por igual.
Papillote:
Los alimentos los pondremos envueltos herméticamente en papel vegetal y serán cocinados con el calor del horno. El papillote combina el horneado, el braseado y la cocción al vapor.
Aumenta el consumo de hortalizas y verduras: Para incorporarlas a tu dieta piensa los menús empezando por ellas, y que las proteínas de la carne o el pescado sean solo la guarnición: ensaladas sin límite para la imaginación, asadas en el horno, al vapor, en cremas o gazpachos…
No dejes de salir. Cuando quedes con los amigos el fin de semana, elige las tapas o platos menos grasos, preferiblemente sin salsas a base de nata o grasa, y evita los fritos. Por ejemplo, puedes tomar gambas a la plancha, lacón a la gallega, mejillones, pulpo, ensaladas (cuidado con los aliños), jamón serrano, etc. Y, sobre todo, vigila el consumo de alcohol. No tomes más de una copa de vino o un par de cañas de cerveza, como mucho. Tienen muchas calorías y ningún beneficio.
4. Empieza un plan de ejercicios:
El fin de las vacaciones y el inicio de la rutina, no significa tener una vida aburrida. Incorpora a tu rutina nuevos retos, como nuevas disciplinas deportivas. Muchos gimnasios después de verano incorporan nuevas modalidades y nuevas clases o actividades que puedes probar.
¡Te están esperando actividades que seguro te hacen disfrutar del ejercicio!
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