Vamos a empezar explicando de qué manera nuestro organismo consume calorías y así te animes a practicar estos métodos, para conseguir quemar más calorías de forma saludable, eliminando esa grasa de más.
El cuerpo humano gasta la energía a través de tres vías:
- el metabolismo basal,
- la actividad física,
- la acción termogénica de los alimentos.
El metabolismo basal es la energía que nuestro cuerpo necesita para mantenernos vivos permaneciendo en funcionamientos nuestros órganos vitales (60- 65% de nuestro gasto energético total)
El gasto mediante la actividad física (25%) es aquel que mantenemos mediante nuestros movimientos voluntarios, bien durante nuestro trabajo, en casa, o durante el ejercicio físico. Cuanto más nos movamos más aumentaremos nuestro gasto energético total. Por lo tanto a parte de realizar algún ejercicio físico específico en el gimnasio debes intentar sumar actividad por ejemplo caminar al menos 15 minutos para llegar al trabajo, levántate de la silla, usa las escaleras en lugar del ascensor, etc.
La acción termogénica de los alimentos (10%) se refiere al consumo energético empleado en la: digestión, absorción, distribución, excreción y almacenamiento de los nutrientes. Por lo tanto cada vez que ingerimos un alimento se produce dicho gasto energético para llegar a asimilar sus nutrientes en nuestro organismo. De esta manera, repartiendo en varias comidas nuestra ingesta alimentaria diaria ayudaremos a incrementar nuestro gasto calórico total.
El gasto energético basal nos supone un gran porcentaje dentro del gasto energético total y este gasto disminuye con la edad y con la pérdida de masa muscular. El aumento de masa muscular es lo único que nos puede aumentar esta tasa. Por eso ahora os vamos a explicar dos métodos de ejercicio para quemar muchas calorías y aumentar la masa muscular: entrenamiento concurrente y el HIIT.
ENTRENAMIENTO CONCURRENTE
Con el entrenamiento concurrente combinamos el trabajo de fuerza con el ejercicio cardiovascular. Cuando hablamos de trabajo de fuerza nos referimos a utilizar pesas o máquinas que nos encontramos en la sala de fitness. El entrenamiento de fuerza estimula la secreción de catecolaminas que son capaces de movilizar y degradar los ácidos grasos.
Preferiblemente sería:
primero ejercicios de fuerza (para consumir primero el glucógeno muscular) y después pasaremos a la cinta, elíptica o bici para consumir las reservas de grasa.
Siempre es preferible utilizar ejercicios multiarticulares y de peso libre para trabajar más grupos musculares, conseguir mayor consumo calórico y estimulación hormonal. También es interesante utilizar sistemas de trabajo en superseries, es decir, alternar ejercicio de diferentes grupos musculares sin apenas recuperación consiguiendo así mayor estrés metabólico.
HIIT
High Intensity Interval Training o entrenamiento en intervalos de alta intensidad. El entrenamiento intervalado se basa en un trabajo cardiovascular con periodos intermitentes de muy alta intensidad. Los periodos de recuperación deben de ser más largos que los periodos de alta intensidad, por ejemplo 15 segundos de sprint con 60 segundos de marcha suave, repitiendo varias series esta secuencia.
Según tu nivel podrás ir aumentando el tiempo de alta intensidad hasta un minuto y repetir las series durante un tiempo total aproximado de 20 minutos. Este método consigue incrementar el gasto metabólico en reposo hasta 48 horas después del ejercicio pero debemos tener en cuenta que este tipo de entrenamiento es muy exigente y se requiere de un buen estado de forma para eliminar riesgos.